Si algo me llamó la atención la primera vez que vi Gmail fue el interfaz web. En una época en la que Hotmail se movía a base de peticiones GET, Gmail era tan transparente que incluso con Internet Explorer 6 (que ya es decir) consigue unos efectos que más que de la web parecen propios del escritorio.
Lo mismo más o menos pasa con Google Maps o cualquier otra aplicación web, la sensación del usuario es tan buena, que por ejemplo en mi caso, prefiero tener Gmail en la interfaz web antes que en Thunderbird porque la interfaz web me resulta más cómoda aún que la de un cliente local.